La actividad física regular es fundamental para prevenir y ayudar a manejar las cardiopatías, la diabetes de tipo 2 y el cáncer, así como para reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad, disminuir el deterioro cognitivo, mejorar la memoria y potenciar la salud cerebral.
La actividad física de cualquier tipo y de cualquier duración puede mejorar la salud y el bienestar, pero más es siempre mejor», dijo el Dr. Ruediger Krech, Director de Promoción de la Salud de la Organización Mundial de la Salud, quien añadió que, «si debes pasar mucho tiempo sentado, ya sea en el trabajo o en la escuela, debes hacer más actividad física para contrarrestar los efectos nocivos del sedentarismo».
La actividad física y el deporte constantemente se relacionan con los hábitos de vida saludable, permitiendo mejorar significativamente la salud física y mental de las personas. Sin embargo, la inactividad física se ha convertido en un problema de salud pública, generando como consecuencia enfermedades degenerativas, cardiovasculares, metabólicas, algunos tipos de cáncer, entre otros (Kohl et al., 2012; Pérez, 2014).
El avance de la conectividad, la vincularidad virtual, la industria de la tecnología en pro de la hiperconectividad, mediante redes sociales, entretenimiento de todo tipo, estimula a un hipnotismo que sumerge a la persona en un tiempo muerto “un sin tiempo”, lo cual como dato recreativo y de posibilidades ha abierto un universo muy amplio, inagotable e inentendible para muchos. Pero cuando ese irse en el tiempo trastoca la conexión con uno mismo, con el otro corporal, con la conexión con mi cuerpo, de mis múltiples necesidades ese “irse” se convierte en un enemigo silencioso. Esto en cuanto al exceso de quietud, falta de conectividad con su si mismo, con la salud integral, con la falta de interés, carencia de motivación intrínseca.
Cuando hablamos de salud la OMS la define como “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Es decir, hablamos de un concepto más abarcativo, más integral y más amplio que el simple hecho de no estar enfermos, implica promover la prevención física, mental y el bienestar general del individuo.
¿Pero que pasa también con los excesos?
El deporte te aporta una vida sana y equilibrada, aunque debes practicarlo en su justa medida. Tanto es así que el exceso de ejercicio físico puede ser contraproducente y dejar de proporcionar los beneficios esperados para transformar ese esfuerzo en daños para tu salud física y mental.
Hacer deporte a diario tiene muchos beneficios. Aunque practicarlo en exceso puede tener tantas consecuencias negativas como no hacerlo.
Según la OMS, las personas de entre 18 y 65 años deben practicar 150 minutos de ejercicio físico a la semana. Esto equivale a unos 20 minutos diarios para mantener un bienestar sano y equilibrado.
Sin embargo, el exceso de ejercicio físico no solo tiene que ver con el tiempo que dedicas a practicar deporte. De hecho, la intensidad juega un papel fundamental.
Una actividad aeróbica sostenida en el tiempo que no se acompañe con una dieta calórica apropiada, descanso adecuado, planificación por profesores idóneos y sin controles de salud podría desencadenar en un desequilibrio general, potenciando la aparición de enfermedades.
¿Cuáles son los signos y los síntomas del ejercicio físico compulsivo?
Con frecuencia, una persona que hace ejercicio físico compulsivo muchas veces estimulado por planes de entrenamiento pocos supervisados, autoestablecidos, bajados de internet, puestos de moda por “personalidades famosas”, al momento de la practica de la actividad física o el deporte se observan las siguientes características:
- no se saltea un entrenamiento, aunque esté cansada, enferma o lesionado
- no puede tomarse tiempo libre o se sienta ansiosa o culpable si se pierde, aunque sea una sola sesión de entrenamiento
- está constantemente preocupada por su peso y su rutina de ejercicio físico
- pierde una cantidad significativa de peso
- hace más ejercicio físico después de comer mucho o saltearse un entrenamiento
- come mucho menos si no puede hacer ejercicio físico
- deja de ver a sus amigos y de hacer otras actividades, además de abandonar sus responsabilidades para tener más tiempo para el ejercicio físico
- parece basar su autoestima en la cantidad de sesiones de ejercicio físico que completa y en el esfuerzo que pone en el entrenamiento
- nunca está satisfecha con sus logros físicos
¿Qué problemas puede causar el ejercicio físico compulsivo?
El ejercicio físico compulsivo puede producir lo siguiente:
- Lesiones, incluidas las lesiones por sobrecarga y las fracturas por estrés.
- La pérdida de peso, puede llevar a alteraciones en el periodo menstrual o perdida del mismo (lo cual recibe el nombre de “amenorrea”) y pierden mucha densidad ósea (osteoporosis). Esto recibe el nombre de tríada de la atleta.
- Conductas de pérdida de peso no saludables, como saltearse comidas o reducir de forma drástica las calorías, vomitar o usar píldoras para hacer dieta o laxantes.
- Aislamiento social, porque lo más importante es hacer ejercicio físico. Quienes hacen ejercicio físico compulsivo tal vez dejen de hacer la tarea o no le dediquen tiempo a los amigos o la familia para hacer ejercicio físico.
- Ansiedad y depresión. La presión por el rendimiento, la baja autoestima y la falta de otros intereses favorecen los problemas emocionales.
En este apartado cabe diferenciar el deporte o ejercicio físico diferenciado de la carrera deportiva progresiva, deportistas de elite, deportistas
federados, deportistas amateurs con supervisión integral para el desarrollo de la actividad (lo cual no escapa a morbilidades que serán abordadas en otro apartado).

Mas allá de los extremos:
Buscar un sano equilibrio en el desarrollo de la actividad física y el deporte es el desafío, recurrir a personas debidamente capacitadas para el asesoramiento correcto del inicio y progresión del movimiento de cualquier tipo, gusto y adaptada a tu necesidad.
Hacer actividad física regularmente es una de las cosas más importantes que puedes hacer por tu salud. Todos pueden beneficiarse de la actividad física no importa su edad, habilidades, etnicidad o la forma y tamaño de su cuerpo.
Si no estás seguro de cómo comenzar o aumentar tu nivel de actividad física porque tienes miedo a lastimarte, hay buenas noticias: la actividad aeróbica moderada, como caminar rápidamente, en general es segura para la mayoría de las personas (asesórate con profesionales idóneos).
Entre los múltiples beneficios se encuentran:
- Mejora en tu salud cerebral
- Estimulación neurocognitiva
- Estimulación neuroendocrina
- Reducir riesgos de enfermedades
- Fortalecimiento Muscular
- Beneficios Psicoemocionales
- Fortalece la vincularidad
- Potencia la autoconfianza y autoestima
- Mejora la relación y conexión con tu esquema corporal
- Estimula y potencia habilidades motoras
- Entre muchos beneficios que aportan a la salud integral
¿Cuál es el desafío? reencontrarnos con el movimiento cualquiera sea que nos motive a dar el primer salto hacia ese hobby que impregne nuestro cuerpo, alma y espíritu de vitalidad, ya sea en caminar con un amigo/a, bailar, andar en bici, ir al gimnasio.
Vamos te desafío a encontrar tu espacio propio de movimiento salutogenico y bienestar, tengas 5 años o 100 cada pasito nuevo es un desafío a superar con la debida supervisión integral.
